Las bases de la normativa EMAS en Europa
Dentro del compromiso medio ambiental que la totalidad de las empresas deben llevar a cabo y ejecutar dentro de sus planes y estrategias, indudablemente, por todos es conocido la implantación de la norma ISO 1400, la cual, es un estándar internacional que hace mucho más sencillo el cumplimiento en lo que a requisitos se refiere para la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental en una empresa.
Sin embargo, ésta no es la única medida, o mejor dicho, no es el único de los requisitos o condicionantes a los que las empresas pueden acogerse a día de hoy, ya que en este sentido, también podemos destacar lo que se conoce con las siglas de SGMA, y más concretamente, dentro de la misma, la primera y la más popular de las normas, en este caso, es la normativa EMAS, las cuales son la Reglamentación de la Unión Europea que está relacionada con los Sistemas de Gestión Ambiental.
Por esa razón si te interesan los ámbitos de aplicación de la misma, continúa leyendo porque vamos a mostrarte las bases de la normativa EMAS en Europa.
¿Cómo se aplica la normativa EMAS en empresas?
Para todo aquel que no lo sepa, la normativa EMAS, es un mecanismo de gestión medioambiental mediante el cual, la Unión Europea reconoce a todas aquellas empresas que han implementado un SGMA dentro de sus planes de ejecución con el objetivo de comprometerse totalmente a implementar las técnicas y modalidades de protección medioambiental adecuadas, con un compromiso de mejora continuo.
Además, el análisis, control y verificación de las mismas, es llevado a cabo por empresas auditoras totalmente independientes.
Objetivo del EMAS
El objetivo principal de EMAS es el de promover la mejora continua del comportamiento medioambiental de las organizaciones, mediante una serie de implantaciones de Sistemas de Gestión Medioambiental.
Pero además, por medio de una prueba sistemática, objetiva y periódica del funcionamiento de los sistemas de gestión, lograr la difusión de la información sobre el comportamiento medioambiental de la empresa.
Del mismo modo, también está enfocada en la búsqueda de un diálogo abierto con el público y otras partes interesadas, y la información al personal de la organización de manera profesional y permanente, que conlleve a la implicación activa en la mejora del comportamiento medioambiental.
Aplicar la normativa EMAS en Europa
Las ventajas para las empresas participantes son fundamentalmente una Gestión medioambiental de excelencia, un cumplimiento de la legislación medioambiental existente: aventajando así la obtención de ayudas, permisos y licencias.
Pero además de estas ventajas, la adhesión al Reglamento EMAS logra unas series de beneficios involucrados a la implantación de Sistemas de Gestión, que pueden ser agrupados en 2 tipos: beneficios sencillamente cuantificables y beneficios sin costes asociados.
Beneficios sencillamente cuantificables
Entre los beneficios sencillamente cuantificables es destacable (tras la experiencia adquirida en la implantación de Sistemas de Gestión en Centros Industriales) principalmente la reducción de costes.
Esta reducción de costes se genera gracias a la reducción de los consumos de recursos naturales, es decir, energía, agua y materias primas, la minimización de los residuos generados y la recuperación de subproductos, por el nuevo empleo en el proceso propio, o en otros procesos adicionales.
Beneficios sin costes asociados
En cambio, la parte más grande de los beneficios que una empresa puede conseguir en la adhesión a EMAS, y que son difíciles de calcular por los procedimientos habituales, son aquellos denominados beneficios sin costes asociados.
Es decir, estos beneficios suelen estar relacionados con la mejora y el acercamiento a las autoridades, permitiendo de esta forma acceder a subvenciones, ayudas que garanticen de un modo u otro, el cumplimiento de la legislación en este sentido, sensibilización tanto a la población como a las respectivas empresas.
En este sentido, podemos destacar:
– Las ventajas competitivas: mejora la imagen de la empresa de cara a clientes, socios, accionistas, etc.
– Las motivaciones de los empleados: mejora de la sensibilización y mayor formación e información del personal.
También implican nuevas oportunidades de negocio, aumento en las relaciones con los consumidores y mejora de la confianza del consumidor y ventajas en la contratación.
Por lo tanto, teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, aplicar la normativa EMAS en Europa facilitará la presencia de beneficios sencillamente cuantificables y beneficios sin costes asociados que realmente debemos conocer.
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